miércoles, 15 de agosto de 2007

Carta Abierta triestamental desde Psicología hacia Consejo acádemico ampliado.

Transcurrido más de un mes de finalizada la movilización de los estudiantes que generó la crisis interna más profunda de la que nuestra Universidad tenga memoria desde la recuperación de la democracia, los estamentos académico y administrativo y el Centro de Estudiantes de la Escuela de Psicología observan con creciente preocupación la lentitud con que se ha asumido el cumplimiento de los compromisos adquiridos al término de la misma.
En lo sustantivo, dichos compromisos suponían una significativa transformación en la gestión y administración de la Universidad, en orden a aumentar los niveles de participación eficiente y la transparencia en la toma de decisiones tanto financieras como académicas, así como la normalización de algunos aspectos pendientes como el nombramiento del Prorrector.
Aunque, evidentemente, la participación y la transparencia, suponen un adecuado acceso a la información relevante por parte de la comunidad (o al menos de los actores que deben tomar decisiones), a la fecha la situación sigue estando caracterizada por la misma opacidad que existía hasta antes del conflicto, lo que dificulta gravemente la gestión de las distintas Unidades. Por ejemplo, a excepción de lo ocurrido respecto de la División Académica (donde asumió el profesor Alejandro Rodríguez) no se ha informado oficialmente de ningún otro cambio; informalmente, y a nivel de rumor, se han conocido otros nombramientos que no han sido notificados e, incluso algunos, ni siquiera debidamente confirmados.
Lamentablemente, a la fecha ninguno de esos cambios (confirmados o no confirmados) ha afectado tampoco el núcleo central del problema que tiene que ver con el manejo económico de la institución. En esta misma tónica, preocupa que conociéndose la difícil situación financiera por la que actualmente atraviesa la Universidad (cuyo déficit al 31 de diciembre del 2006 superaba los tres mil millones de pesos y que en la semana recién pasada se ha traducido en el cese del pago de las órdenes de compra) se comente que la autoridad estaría aumentando el personal del nivel central o planificando créditos destinados al desarrollo de nuevas inversiones para proyectos fuera de la región, lo que, obviamente, agravaría la actual situación de crisis.
Por todo lo anterior y de un modo a la vez responsable y comprometido con el destino de nuestra Universidad, queremos apelar, a los integrantes del Consejo Académico Superior, para que agilicen la implementación de las decisiones necesarias para corregir las situaciones que dieron origen al conflicto y a mantener informada a la comunidad respecto de los avances en esta materia a fin de evitar la circulación de rumores.
Finalmente, queremos hacer un llamado especial a todos los estamentos de la Universidad a mantenerse en estado de alerta, puesto que la situación de conflicto no está resuelta y de continuarse sin dar respuesta a los compromisos adquiridos se puede reeditar, durante el segundo semestre, el conflicto que nos condujo a la situación vivida durante el primer semestre y que tanto daño causaron a la imagen de nuestra institución.

ESTAMENTOS ACADÉMICO, ADMINISTRATIVO Y CENTRO DE ALUMNOS DE LA ESCUELA DE PSICOLOGÍA